Revisión bibliográfica
Muñoz Cano L, Diéguez Pérez M, Paz Cortés M M. Cronología y secuencia de erupción de la dentición permanente. Actualización en la población infantil española Cient. Dent. 2022; 19; 1; 23-32
Cronología y secuencia de erupción de la dentición permanente. Actualización en la población infantil española
Estudiar la emergencia y secuencia de erupción es indispensable para establecer protocolos de prevención y tratamientos a nivel odontopediátrico, ortodóncico y forense. En 1933 se estableció el inicio de la erupción definitiva a los 6 años y su término a los 13 a excepción de los cordales. Sin embargo, posteriormente se han observado variaciones determinadas por factores raciales, hormonales, mejoras en la alimentación y parámetros corporales.
Con el objetivo de conocer posibles cambios en la cronología y secuencia de erupción en dentición permanente y población española se ha llevado a cabo una búsqueda bibliográfica en los buscadores Pubmed, Scielo, Dentistry y Oral Science. Empleando una estrategia avanzada con operadores boleanos “AND” y “OR”. Los resultados obtenidos advierten de una emergencia de la dentición permanente más precoz en el sexo femenino. Los autores coinciden en que el primer diente en erupcionar es el incisivo central inferior y el último el segundo molar superior. Sin embargo, en cuanto a la edad media de la emergencia del primer diente no hay consenso.
Los dientes permanentes mandibulares erupcionaban antes que los maxilares. La secuencia de erupción más prevalente en la Arcada superior es: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino y segundo molar. Y en la inferior: incisivo central, primer molar, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y molar. Se concluyó que existía una correlación directa entre el tiempo de erupción de los dientes temporales y la de los permanentes
In order, to develop prevention and treatment protocols in pediatric, orthodontic and forensic dentistry, it is vitally needed to study the sequence and chronology of eruption of the permanent teeth. Logan and Kronfield established that the eruption of permanent teeth started at the age of six and finished at the age of 13, except the third permanent molars. Nevertheless, in later studies this range of age has been modified due to an early puberty, an improvement in the nutrition and due to other factors, such as, race, weight, and heigh. Our objective is to get to know the current situation about the chronology and sequence of permanent dentition.
We did a bibliographic review in different web browsers, such as, PubMed, Scielo and Dentistry and Oral Science. We applied an advanced strategy searching with “AND” and “OR”. The results warn us that the permanent teeth erupted earlier always in the female sex. All the authors agree that the first tooth to erupt is the lower central incisor and the last one is the upper second molar. Despite this fact, regarding the media age of eruption there was not agreement between the authors.
Therefore, we can conclude that permanent teeth erupt before in the mandible than in the maxilar. The most prevalent sequence in the maxilar was: first molar, central incisor, lateral incisor, first premolar, second premolar, canine and second molar. In the mandible was: central incisor, first molar, lateral incisor, canine, first premolar, second premolar and second molar. To conclude, we noticed an extremely direct relation between the eruption time of the temporal teeth and the permanent teeth.
El proceso de crecimiento y maduración es diferente en cada individuo. La edad cronológica se trata del tiempo en años y meses transcurrido desde el nacimiento, sin embargo, al hablar de edad biológica nos estamos refiriendo únicamente al grado de maduración que puede ser computada por la edad ósea o dental. Es cierto, que muchas veces esta podría coincidir con su extensión cronológica. Para llevar a cabo el cálculo de la edad dental nos basamos en la emergencia y, por ende, en la calcificación de diversas estructuras dentarias permanentes, ello nos facilita establecer la edad cronológica en casos de grandes catástrofes o de gente proveniente de otros países con registros poco fiables1-3.
Existen diferentes métodos para poder calcular la maduración dental4 .
Logan y cols.5 definieron por medio de tablas la edad de calcificación, formación y erupción de los dientes permanentes con un error de ±1,5 años, sin considerar el sexo; Schour y cols.6 al comparar el estado de maduración y de erupción en 21 momentos cronológicos en dentición temporal y permanente, establecieron un error de ±6 meses; Moorrees y cols.7 mediante su método gráfico y numérico cuantitativo se sirvieron de dientes mandibulares para calcular la edad a partir del promedio de los estadios de formación con un error de ±2 meses; finalmente, el método de Demirjian y cols.8 aunque el más empleado en la actualidad, se discute su uso en algunos grupos poblacionales por un factor étnico; Ubelaker utilizó estadios de formación coronales y radiculares en ambas denticiones, así como la secuencia de erupción en nativos americanos. Por lo que, este método posiblemente sea más útil en poblaciones amerindias; Smith formalizó un método numérico a partir del de Moorrees y cols.7 elaborando una tabla promedio por edades siendo éste el que mejor predice la edad cronológica del individuo4 .
Existen en la literatura además diversos ítems para poder valorar la edad biológica de un paciente en crecimiento: la talla, el peso, la maduración esquelética y sexual. Tanto factores extrínsecos como intrínsecos son los que mayor influencia ejercen1,2.
La erupción dentaria o momento en el que el diente emerge a través de la mucosa oral, en realidad es un proceso más largo que ocurre desde la formación embriológica del germen, la calcificación de la corona y la raíz hasta el asentamiento de la oclusión. Está influida por diversos factores, exógenos como el ambiente, la raza o el nivel socioeconómico y endógenos como el influjo de las hormonas sexuales, el índice de masa corporal o la genética entre otros1-3.
Una erupción biológica normal ocurre generalmente cuando la longitud radicular final es de 2/3. Se considera retrasada si no tiene lugar, aún alcazando el desarrollo radicular apropiado. Por tanto, si un paciente presenta una erupción retrasada cronológicamente, puede ser que simplemente su edad dental no coincida con la norma presentada en las tablas de erupción siempre y cuando las raíces de esos dientes sean de una longitud inferior a 2/39 .
Se han descrito numerosas teorías para explicar dicho proceso: elongación radicular, constricción pulpar, teoría vascular, la presencia de ligamento periodontal en hamaca, la presión producida sobre el proceso alveolar por la acción muscular de mejillas y labios para explicar la erupción dentaria, o la teoría de la remodelación del hueso alveolar, aunque, actualmente, sigue extiendo bastante controversia en su aceptación 1,2,10-16 .
La cronología de erupción depende en gran medida de factores genéticos, ya que provocan alteraciones en los percentiles del paciente en crecimiento. Síndromes como la disostosis cleido-craneal, la fisura palatina, trisomía del par 21, el síndrome de Gorlin-Goltz o el de Apert se asocian a un retraso en la erupción17.
Los factores sistémicos, entre ellos, la malnutrición severa y crónica, afectarían a la cronología de erupción en niños/as menores de once años desencadenado un retardo de esta. Must y cols.18 observaron como dientes permanentes de pacientes infantiles obesos erupcionaban de forma temprana. Con respecto a la prematuridad existe controversia entre los autores, la mayoría opinan que salvo por ventilación mecánica o patología neonatal severa, dónde se produce un retraso en la erupción importante, en general no existe alteración significativa. La quimioterapia produciría también un atraso eruptivo. Y patologías como la osteogénesis imperfecta tipo III por su relación con el consumo de bifosfonatos presentarían una erupción tardía19,20. Respecto a los factores locales, la literatura científica indica que producen un adelantamiento en la secuencia de erupción situaciones como la extracción prematura de los dientes deciduos ya que, si ésta se realiza 6 meses o 1 año antes de la fecha de erupción del diente permanente, esta se adelantaría. Otro factor a tener en cuenta sería la infección periapical con reabsorción ósea. Diversos autores en sus estudios han determinado que en zonas donde las aguas tienen baja concentración de flúor, la dentición temporal se exfoliaría antes y la permanente erupcionaría precozmente. Por otro lado, existen multitud de causas locales asociadas al retraso de la erupción permanente, destacando la formación tardía del germen, la presencia de dientes supernumerarios, la mala posición del germen, el secuestro de erupción, el quiste de erupción, la pérdida muy precoz del diente temporal, las alteraciones del tamaño de los dientes con respecto a las bases óseas, la anquilosis del diente temporal y la erupción ectópica del diente permanente17, 21-23.
Para establecer un criterio único para todos los investigadores, Carr y cols.23 instauraron como edad de emergencia dentaria, el momento en el que desaparece la solución de continuidad gingival y asoma a la cavidad oral cualquier parte del diente1 .
La cronología de erupción establece el tiempo aproximado en años y meses al referirse a la dentición permanente. No existe una edad específica para la emergencia de cada diente, pero sí un rango promedio con diferencias de hasta un año entre un individuo y otro24.
Logan y Kronfield5 , en la primera mitad del siglo XX, elaboran la primera tabla sobre la cronología del desarrollo de la dentición humana determinando que ésta ocurría entre los 6 y los 13 años. Posteriormente, y debido a la creciente tendencia del adelanto de este rango seguramente a una pubertad precoz, una mejora en la alimentación y a otros factores como la raza, el peso y la altura de la erupción, diversos autores han realizado estudios en distintos grupos poblacionales para poder establecer tablas actuales de cronología dentaria. Sin embargo, las investigaciones en población infantil española siguen siendo limitadas3,13,25-32.
Es indispensable conocer los cambios respecto a la cronología y secuencia de erupción en dentición permanente para determinar variaciones en el desarrollo dentario y establecer protocolos de diagnóstico y tratamiento correctos en las áreas de odontopediatría, ortodoncia y odontología forense9,32.
Se ha llevado a cabo una revisión de la literatura mediante los buscadores Pubmed, Scielo y Dentistry y Oral Science. Se seleccionaron artículos sobre población infantil española y cronología y secuencia de erupción de la dentición sobre todo permanente. Para la búsqueda de artículos se empleó la estrategia avanzada con los operadores boleanos “AND” y “OR”. Las palabras claves fueron: Sequence, Chronology, Body mass index, Spanish children, Permanent dentition.
Los primeros estudios en población española son llevados a cabo por Barbería y cols.33 (1988) estudiaron la relación entre la baja altura de niños/as y el retraso de la erupción de la dentición permanente, para establecer dicha asociación la muestra presentaba déficit del crecimiento genético y escasez de la hormona de crecimiento. Concluyeron que la cronología de erupción no se veía alterada como consecuencia del déficit genético, pero cuando la causa era hormonal existía no sólo retraso en el crecimiento sino también en el recambio dentario. No encontraron diferencias estadísticamente significativas al relacionar el peso con el recambio. Además, los pacientes infantiles cuya cronología de erupción era tardía presentaban retraso en su edad ósea en relación con la cronológica. Sin embargo, aunque hubiese discrepancia entre ella no necesariamente existía un retraso en el recambio dentario.
Abarrategui y cols.34 12 años después determinaron la secuencia de erupción en población infantil, verificando las edades medias de emergencia de la dentición permanente. La población de estudio fue aleatoria con 913 niños de edades comprendidas entre los 4,5 y los 14 años de dos zonas poblacionales del País Vasco. Sus resultados pusieron de manifiesto como la erupción era más temprana en niñas que en niños, siendo estas diferencias estadísticamente significativas cuando se trataba de la emergencia de incisivos laterales superiores, caninos inferiores y segundos molares inferiores. También observaron como en el maxilar el primer diente permanente en erupcionar era el primer molar (6,26 años), seguido del incisivo central (6,95 años) y el incisivo lateral (7,91 años). Posteriormente, erupcionaban el primer premolar (10,56 años), el canino (11,33 años), segundo premolar (11,31 años) y, por último, el segundo molar (12,32 años). En la mandíbula el primer diente en erupcionar fue el incisivo central (6,02 años), seguido del primer molar inferior (6,16 años), el incisivo lateral (7,16 años), el canino (10,24 años), el primer premolar (10,53 años), el segundo premolar (11,32 años) y, finalmente, el segundo molar (11,63 años). El primer diente en erupcionar a nivel maxilar fue el primer molar tanto en niños como en niñas a las edades de 6,34 años y 6,17 años, respectivamente. El último diente en emerger fue el segundo molar en ambos sexos a los 12 años en niñas y a los 12, 47 en niños. Con respecto a la secuencia observaron diferencias entre sexos, encontrando una variación entre canino y segundo premolar, erupcionando en ese orden en las niñas, y la emergencia inversa en el grupo de los niños. A nivel inferior, la secuencia descrita por estos autores para ambos sexos fue: incisivo central, primer premolar, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y molar. El primer diente en erupcionar fue para ambos sexos el incisivo central a las edades de 5,95 en niñas y 6,05 en niños. Mientras que el segundo molar a los 11,32 años en niñas y a los 11,83 en niños, emergió en último lugar. Concluyeron que la secuencia de erupción era muy favorable para que se desarrollase una correcta oclusión y que las edades medias de erupción de los dientes permanentes obtenidos se asemejaban más a las de los grupos caucásicos.
Hernández y cols.35 en 2002 estudiaron la cronología de erupción de la dentición permanente y su relación con la talla y peso en una población de niños/as de Tona (Barcelona). No encontraron diferencias estadísticamente significativas entre la hemiarcada derecha e izquierda, los resultados que obtuvieron eran acordes a los de otros estudios realizados en España. Pusieron de manifiesto la asociación entre el peso, la talla y el número de dientes erupcionados, es decir un adelanto eruptivo a mayor peso y talla para ambos sexos y para todos los grupos de edades. Asociación ya observada en otros estudios a nivel internacional llevados a cabo por Kohli y cols.36, Anderson y cols.37 y Green y cols.38 que determinaron las edades medias de erupción; siendo el primer diente en erupcionar para ambos sexos el incisivo central mandibular a las edades de 6,27 años y 6 años para niños y niñas respectivamente. El último diente en emerger fue para ambos el segundo molar superior a las edades de 12,43 y 12,20 respectivamente, el mismo resultado obtenido por Abarrategui y cols.34 observaron también como en el grupo de los niños, todos los dientes tenían su momento de erupción antes del pico de crecimiento, mientras que en las niñas la emergencia del segundo molar superior era posterior al pico de crecimiento35.
Años más tarde Hernandez y cols.3 (2008), realizaron otro estudio transversal en Barcelona para determinar la cronología y la secuencia de la dentición permanente. La muestra fue de 1123 niños/as con edades comprendidas entre los 5 y los 15 años y trataron de establecer parámetros que indicaran las edades de erupción. Al comparar en el grupo de los niños y niñas los resultados no revelaron diferencias entre ambos en ningún grupo de edad. Observaron como en ambos sexos el incisivo central inferior izquierdo era el primero en erupcionar a la edad de 5 años y 11 meses en niñas y a los 6 años y 3 meses en niños. El segundo molar superior derecho fue el último en erupcionar a las edades de 12 años y 3 meses y 12 años y 5 meses en niñas y en niños, respectivamente. Los resultados pusieron de manifiesto que los dientes emergían antes en la mandíbula en ambos sexos, encontrando diferencias estadísticamente significativas cuando el diente que erupcionaba eran los segundos molares, caninos, e incisivos centrales y laterales. Sin embargo, no encontraron significancia entre las hemiarcadas derecha e izquierdas. La secuencia de erupción a nivel mandibular fue igual para ambos sexos siendo ésta: incisivo central, primer molar, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y segundo molar, al igual que la descrita por Abarrategui y cols.34 La secuencia observada en los niños para la arcada superior fue: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino, segundo molar; mientras que para las niñas fue: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, canino, segundo premolar y segundo molar, al igual que la descrita por Abarrategui y cols34. Concluyendo en que sus resultados eran muy similares a otros obtenidos en poblaciones caucásicas3
En 2005, Plasencia y cols.39 llevaron a cabo una investigación en Asturias sobre una población de 1616 niños con edades comprendidas entre los 5 y los 15 años. El estudio tenía dos objetivos principales: establecer la edad de erupción de los dientes permanentes y determinar la frecuencia en las distintas secuencias para comprobar la existencia de secuencias polimórficas. Los resultados evidenciaron la emergencia más precoz en el sexo femenino con respecto al masculino. Observando como el primer diente en erupcionar era el incisivo central inferior tanto en niñas como en niños a las edades de 6,07 y 6,13 años, respectivamente; mientras que el último en emerger fue el segundo molar superior para ambos grupos a las edades de 12,21 en niñas y 12,65 años en niños, son los mismos resultados a los que llegaron los estudios previos3,34,35. En cuanto a la secuencia percibieron, en el primer periodo de recambio, que ésta era similar en ambos sexos; sin embargo, encontraron en la segunda fase polimorfismo sexual con diferencias estadísticamente significativas en los siguientes grupos dentarios: segundo premolar superior-canino inferior; canino inferior-primer premolar inferior, y canino inferior -segundo premolar inferior, siendo las dos últimas secuencias más frecuentes en el grupo de niñas39.
El estudio más reciente (2013) sobre el tema que nos ocupa fue llevado a cabo por Bruna y cols.40 en una muestra de 752 niños/as madrileños con edades comprendidas entre los 5 y los 15 años. Observaron como el primer diente que erupcionaba en ambos sexos era el incisivo central inferior a la edad de 6,99 años en niñas y 7,06 años en niños. El último diente en emerger se correspondía con el segundo molar superior a los 12,81 años en niños y a los 12,45 años en niñas, llegando a los mismos resultados obtenidos también por otros autores3,34,35,39. Observaron el inicio del recambio de las niñas con respecto a los niños anterior en el tiempo a excepción del incisivo lateral superior izquierdo, el primer premolar superior izquierdo y el segundo premolar inferior derecho; aunque en ningún caso los resultados fueron estadísticamente significativos. Los dientes mandibulares emergían antes que los maxilares y dicha diferencia fue estadísticamente significativa a excepción del incisivo lateral derecho, el segundo premolar izquierdo y los primeros molares. En relación a las secuencias eruptivas, a nivel maxilar para ambos sexos fue: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino y segundo molar; a nivel inferior la secuencia fue incisivos central, primer molar, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y segundo molar.40
En la tabla 1 se pueden observar las edades medias de erupción de los dientes permanentes superiores e inferiores, divididos por sexo y para cada uno de los estudios realizados sobre muestra española.
Todos los autores3,34,35 coinciden en que la emergencia se produce antes en el sexo femenino y a nivel mandibular, excepto Bruna y cols.40, donde el primer molar superior erupcionó antes que el inferior.
Estos investigadores determinaron que las edades medias de erupción de los dientes tanto maxilares como mandibulares fueron similares, a excepción del estudio de Bruna y cols.40, en el que la cronología de erupción fue en general mucho más retrasada que en el resto de las poblaciones españolas. Hecho que se puede atribuir a que la población infantil española va más retrasada en la dentición temporal, por norma general lo que influye según los estudios en la erupción de la dentición definitiva41-43
Poureslami y cols.43 realizaron el estudio más reciente que existe sobre la relación entre las variaciones en el tiempo de erupción de los dientes permanentes como consecuencia de las desviaciones en el tiempo de la emergencia de los dientes temporales. El tiempo de erupción de ambas denticiones indicó una fuerte correlación directa, de modo que un mes de retraso provocaría un retraso de 4,21 meses o la erupción temprana del primer diente provocaría una erupción temprana del primer diente permanente, siendo las diferencias estadísticamente significativas.
En la dentición temporal y a nivel nacional destacan los estudios realizados por Burgueño y cols.4,44,45, con una muestra final de 1.250 sujetos todos de entre 3 y 42 meses, de la Comunidad de Madrid. Determinaron cuatro periodos de erupción: 1º periodo: erupción de incisivos centrales (superiores e inferiores) y laterales superiores (duración 4, 3 meses). 2º periodo: duración de 2.65 meses, erupción de los primeros molares (maxilares y mandibular) y los incisivos laterales mandibulares. 3º periodo: duración 1,2 meses: erupción caninos superiores e inferiores y, por último, el 4º periodo: erupción de 2º molares superiores e inferiores con una duración de 0,43 meses en el maxilar, mientras que a nivel mandibular erupcionaban simétricamente. Como resultados obtuvieron que el primer diente temporal (incisivo central inferior derecho) erupcionaba durante el primer período (a 10,96 ± 1,88 meses), justo antes del primer cumpleaños. En el cuarto período, el último diente temporal (segundo superior derecho molar) emergió a los 33,24 ± 4,35 meses. Los incisivos centrales y segundos molares erupcionaron primero en la mandíbula, mientras que los caninos, incisivos laterales y los primeros molares emergieron primero en el maxilar. Se observó la mayor diferencia cronológica entre los incisivos laterales, que erupcionaron 8 meses antes en el maxilar que en la mandíbula. Encontraron diferencias estadísticamente significativas en la emergencia mandíbular y maxilar, entre incisivo central y lateral, y en el segundo molar. Con respecto al sexo encontraron en los niños erupción precoz de los caninos, incisivos centrales inferiores y segundos molares. Tanto los primeros molares superiores e inferiores como el incisivo lateral superior emergieron primero en las niñas. Los incisivos laterales inferiores erupcionaron por igual en ambos sexos. El análisis estadístico puso de manifiesto que estas diferencias eran significativas para todos los dientes temporales excepto para los incisivos centrales superiores e inferiores.
El estudio de Ramirez y cols.46 en una muestra española de 114 niños obtuvo como resultados una tendencia a una erupción más precoz en lado izquierdo, sin encontrar diferencias significativas. Observaron una tendencia de los incisivos centrales y segundos molares para emerger más temprano en la mandíbula, mientras que el resto de los dientes erupcionaron antes en el maxilar. Sin embargo, las diferencias estadísticamente significativas solo se encontraron para los incisivos centrales, incisivos laterales y segundos molares en niñas. Tendencia clara a erupción más precoz en niños que niñas.
A nivel internacional existe una amplia bibliografía al respecto, destaca el estudio de Cogan y cols.47 en 2018 con una muestra de 584 niños del sur Turquía en menores de 36 meses. Obtuvieron como resultados que el primer diente temporal erupcionó como media, a 208 días y el último diente temporal a los 741 días. El incisivo central mandibular derecho fue el primer diente en emerger con una media de 208 (110-383) días. El incisivo central mandibular izquierdo erupcionó a los 212 días de media (128-368) y el último en hacerse visible en la cavidad fue el segundo molar maxilar izquierdo a los 741 (432-840) días. Los dientes mandibulares, por lo general, erupcionaron antes que los maxilares y los dientes inferiores derechos antes que los izquierdos. Sin embargo, no encontraron diferencias significativas en lo referente al género.
Lumbau y cols,48 realizaron una investigación sobre una muestra de 204 niños de 6 a 24 meses en Italia. Según sus hallazgos, el tiempo promedio de erupción para los incisivos centrales superiores fue de 7,37 meses; para los incisivos laterales tanto superiores como inferiores fue de 12 meses, para los primeros molares el tiempo medio fue 16,25 meses, para los caninos alrededor de 18,5 meses, y los segundos molares erupcionaron a los 23 meses de media.
Poureslami y cols.43 examinaron 267 participantes infantiles. Compararon la erupción de los dientes temporales con los permanentes, obteniendo como resultado de su investigación que el tiempo de erupción del primer diente temporal fue significativamente más precoz en las niñas que en los niños, mientras que este valor no fue significativo entre sexos para el primer diente permanente. El tiempo de emergencia del primer diente temporal fue de 8,5 ± 3,2 meses para los niños, y de 6,9 ± 2,9 meses para las niñas (promedio general, 7,8 ± 3,2 meses). Los primeros dientes temporales en erupcionar fueron, en orden respectivo, incisivos centrales mandibulares (83,1%), incisivos centrales superiores (13,5%) e incisivos laterales mandibulares (3,4%;). El tiempo de erupción del primer diente permanente fue 87,9 ± 15,2 meses para los niños y 82,7 ± 15,6 meses para las niñas (promedio general, 85,4 ± 15,5 meses). En la dentición permanente, los primeros dientes en erupcionar fueron los primeros molares mandibulares (65,2%) seguidos de los incisivos centrales mandibulares (34,8%). Los hallazgos del presente estudio revelaron que las variaciones en el tiempo de emergencia de la dentición permanente como consecuencia de las desviaciones en el tiempo de erupción de los dientes temporales se expanden en un período cronológico más largo. El tiempo de emergencia de los primeros dientes temporales y permanentes indicó una fuerte correlación directa y significativa.
Soliman y cols.49, realizaron un estudio transversal con 1132 niños/as egipcios de 4 a 36 meses. Los incisivos centrales mandibulares izquierdo y derecho fueron los primeros en erupcionar a una edad promedio de 8 meses y 7,9 meses en niños y niñas respectivamente. Los incisivos centrales superiores emergieron después (9,8 y 9,9 meses), seguidos por los incisivos laterales (12 y 13,2 meses). Posteriormente, erupcionaron los primeros molares mandibulares (17 y 16,7 meses) y maxilares (17,1 y 17 meses), seguidos de los caninos maxilares (19,4 y 19,8 meses) y mandibulares (20,3 y 19,6 meses) y, por ultimo, los segundos molares superiores (a los 25,4 y 28,9 meses) y los inferiores (25,6 y 28,1 meses). Todos los dientes superiores erupcionaron antes que los antagonistas mandibulares, excepto los incisivos centrales inferiores. El incisivo lateral superior, canino y segundo molar mostraron fechas de emergencia más tempranas que en la mandíbula, pero no fueron resultados significativos. Generalmente, en los niños la dentición del lado izquierdo mostró una emergencia significativamente más temprana, a excepción del segundo molar superior. En las niñas los tiempos de erupción de la dentición del lado izquierdo y derecho eran diferentes a la de los chicos, pero no significativamente. Todos los dientes derechos mandibulares emergieron antes que los izquierdos. El incisivo central izquierdo superior y el segundo molar maxilar erupcionaron más precozmente siendo las diferencias estadísticamente significativas.
Por último, Zadzinska y cols.50, llevaron a cabo una investigación con una muestra de 931 niños de 3 a 36 meses (469 niñas y 462 niños). Primer diente en erupcionar de la dentición temporal fue el incisivo central inferior con una edad promedio de 6,24 meses en los niños y 7,07 meses en las niñas (diferencia estadísticamente significativa), siendo el último diente temporal en emerger el segundo mandibular molar a los 24,75 meses en las niñas y a los 24,21 meses en los niños. Todos los dientes a excepción de los segundos molares mandibulares erupcionaron antes en niños. Encontraron diferencias significativas entre sexos: a nivel maxilar en ambos incisivos, en el primer molar y a nivel inferior en ambos incisivos.
A continuación, se exponen las edades medias de erupción de los dientes temporales superiores e inferiores divididos por sexos (Tabla 2). Como se puede observar las edades medias de emergencia en poblaciones internacionales fueron mucho más precoces que en España.
- Se han evidenciado cambios en los últimos años, los cuales constatan que las edades medias de erupción de la dentición permanente se asemejan a la norma caucásica. Sin embargo, en la actualidad, la cronología de erupción esta bastante más retrasada. Se observó como el tiempo de erupción de los primeros dientes temporales y permanentes indicaba una fuerte correlación directa.
- La dentición permanente es más precoz en las niñas y en la arcada mandibular.
- La mayoría de los autores coinciden en determinar que el primer diente en emerger es el incisivo central inferior y el último, el segundo molar superior, en ambos sexos.
- La secuencia de erupción más frecuente en la arcada superior es: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino, segundo molar; existiendo contraposición en la erupción del segundo premolar y canino en niñas.
- La secuencia de emergencia más frecuente en la arcada inferior es: incisivo central, primer molar, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar y segundo molar, tanto para niñas como para niños.
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Muñoz Cano, Laura
Licenciada en Odontología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Máster en Odontopediatría y Ortodoncia Interceptiva por la Universidad Europea (UEM). Doctorando UEM.
Diéguez Pérez, Montserrat
Odontopediatra. Especialista en el niño con necesidades especiales UCM. Doctora en Odontología UCM. Profesora de Odontopediatría en el Grado de Odontología UEM. Profesora del Máster de Odontopediatría UCM.
Paz Cortés, Marta Macarena
Odontopediatra. Especialista en el niño con necesidades especiales UCM. Doctora en Odontología UCM. Profesora de Odontopediatría en el Grado de Odontología Universidad Alfonso X El Sabio (UAX). Profesora del Máster de Odontopediatría UCM.
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